NOTA

Natalia Aruguete. Doctorado en Comunicación UFRO. Universidad de La Frontera

Por Mauro Salazar
  • 11 de junio 2024

Natalia Aruguete es Dra. en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI), magíster en Sociología Económica por la Universidad Nacional de San Martín (IDAES-UNSAM) y profesora visitante del Doctorado en Comunicación UFRO-UACh. Es colaboradora periodística especializada en el diario argentino Página/12 y en Le Monde Diplomatique/Ediciones Cono Sur.

La investigadora se especializa en análisis de medios de comunicación y redes sociales y en una intervención La Agenda Académica de Perfil Educación sostuvo que es, “es difícil pensar que se terminará la polarización en el mundo digital, porque también se está polarizando cada vez más el espacio offline. Porque es cierto que la política de las empresas digitales es, precisamente, ampliar el espacio y la interacción en distintos sectores al ofrecernos más de lo que más nos gusta. Las empresas tecnológicas buscan garantizarnos el placer cognitivo de estar habitando un espacio donde nos encontramos con gente que piensa igual que nosotros, porque esas condiciones aumentan los niveles de interacción, lo que también genera una mayor tasa de cliqueo”, sostuvo. En el marco del Doctorado en Comunicación, la Dra. Aruguete impartirá un lectivo que se titula, “Análisis de contenido y framing de noticias”.

De paso este jueves 13 de junio, a las 18.00 horas (Chi), presentará su última publicación realizada junto a Ernesto Calvo, Nosotros Contra Ellos (Siglo XXI, 2023) y los comentarios estarán a cargo del Director del programa Doctoral, Dr. Carlos del Valle. Este trabajo implica un análisis sobre la comunicación política, en el que los ciudadanos perciben al otro como extraño, distante, extremo. Una interpretación frecuente de la polarización es que más gente se ubica en cada uno de esos extremos. Estamos polarizados porque el resto de los ciudadanos ya no son lo que eran, han cambiado y expresan preferencias extremas, radicalmente distintas a las nuestras. Entre Corea del Norte y Corea del Sur hay una angosta franja en la que no vive nadie, denominada de manera jocosa como “Corea del Centro”. Esta es la caracterización más habitual de la polarización política. Existe otra interpretación del fenómeno de la polarización que no pone el énfasis en el cambio de preferencias, sino en la intensidad de nuestros afectos, conexiones, espacios. Para los autores, “Cuanto mayor es el diámetro del planeta, mayor es la distancia entre sus lados opuestos, sin importar que permanezcamos inmóviles. Si pudiéramos inflar la Tierra como si fuera un globo y aumentáramos su circunferencia, las distancias entre todos los puntos dispuestos sobre el planeta se acrecentarían, aún si todos permanecieran inmóviles, anclados en sus posiciones originales. La contribución es clave: los contenidos de las redes pueden, por ejemplo, convencer de que hay un enemigo en cada persona que se ve o piensa diferente, de que no es seguro ni necesario vacunarse contra el Covid 19 o que apoyar con el voto a una opción de derecha radicalizada es la única salida. Pero también hay margen para intervenir -este libro muestra cómo- y hacer más amable nuestro mundo digital. Como escriben los autores, “odiar el ágora, odiar ese espacio en el cual debatimos públicamente, es una de las principales formas de debilitamiento de las instituciones democráticas”.