Mirar al 8M desde la academia

por Dra. Paula Flores-Aguilar

  • 8 de marzo 2024

Este 8 de marzo conmemoramos el día internacional de la mujer. Desde diversos espacios y perspectivas, nos detenemos para hacer visibles complejos escenarios y demandas que involucran a la experiencia femenina -e indirectamente a toda la sociedad-, y que dan cuenta de los avances y retrocesos que hemos experimentado a lo largo de un histórico recorrido, que -por ejemplo- este 2024 nos permite celebrar la aprobación de la ley integral contra la violencia hacia las mujeres.

Hitos como este nos remiten a los desafíos que aún debemos atender. Uno de ellos es reflexionar sobre el lugar que ocupa el género en la academia y en la construcción de conocimiento científico, instancias que -debemos recordar- nos brindan el privilegio del tiempo para pensar y abordar críticamente las problemáticas sociales, y de aportar a su entendimiento. Hasta hace poco, la tradición en investigación y elaboración de teorías se había forjado desde una mirada masculina. En consecuencia, gran parte de esos saberes han carecido de una mirada equitativa, o bien, han omitido sostenidamente fenómenos que afectan a las identidades femeninas y a otras diversidades sexo-genéricas.

Desde este planteamiento, el 8M nos permite entender que espacios como el Doctorado en Comunicación (re)presentan amplias posibilidades para poner en valor la perspectiva feminista e incorporarla en nuestro quehacer universitario. ¿Cómo? Mediante una perspectiva de género transversal.

Entender la comunicación como campo, como fenómeno presente en el todo, en las partes y en sus intersecciones, da cuenta su plasticidad inagotable. Efectivamente, la investigación en comunicación carece de límites, en el buen sentido de la palabra. Como programa de posgrado hemos visto transitar inquietudes, proyectos e investigaciones de tesis tan diferentes como ricas. Pues bien, la oportunidad de involucrar la perspectiva de género en cada una de ellas es completamente posible, si pensamos que en cada problemática podremos encontrar elementos críticos relacionados al género que han influido y, de una u otra manera, han determinado la manera en que ese fenómeno se presenta y también el modo en que es estudiado.

El género siempre está, sólo hace falta agudizar e intencionar la mirada para dar cuenta de sus implicancias. Desde el Doctorado en Comunicación la invitación es, precisamente, a incomodar e incomodarse en la labor académica y científica, asumiendo la perspectiva de género como una herramienta analítica y un compromiso ético que permite profundizar y complejizar la comprensión de las realidades que habitamos.