Más amplitud, más voces, más democracia
Aportes para las comunicaciones del Chile que viene
La comunicación es un campo en disputa permanente, donde se entrecruzan sentidos, mensajes y ejercicios informativos emanados desde diversos actores en un escenario cambiante, constituyendo flujos múltiples de opinión pública. A los espacios clásicos de estos debates, los medios de comunicación y el ejercicio del periodismo, hoy sumamos nuevas arenas virtuales y herramientas que, facilitando el acceso a dichos flujos, hacen cada vez más desafiante encontrar equilibrios en la defensa del derecho a la información y la libertad de expresión.
Durante el siglo XXI, las políticas de comunicación y sus marcos regulatorios regionales y locales se han transformado en espacios de tensión de poder y de discusión política. Los escenarios mediáticos de hoy necesitan equilibrios y esfuerzos desde diversos sectores para poder armonizar inequidades que son parte del paisaje informativo. La sociedad chilena ha sido testigo de dichas falencias, desde la convivencia cotidiana con monopolios mediáticos y sus consecuencias, la ausencia de modelo robusto de medios públicos, y la escasez de pluralismo informativo reflejados en ya constantes coberturas informativas sesgadas, la falta de regulación respecto de la desinformación y su circulación masiva, entre múltiples aristas.
La profundización de las democracias requiere de procesos de reflexión sobre la comunicación y de modernización de las políticas sobre la materia en pos de mejorar el acceso a la libertad de expresión de las personas y comunidades integrantes de las naciones. Así ha sido señalado, en numerosos momentos, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), argumentando que una sociedad debe estar suficientemente informada a la hora de elegir sus opciones y ejercer derechos libremente.