Estudiante del Doctorado en Comunicación Bárbara Klett realiza estancia en el Doctorado Interuniversitario en Comunicación de la Universidad de Sevilla, España, en el marco de una cotutela de doble graduación

Publicado el 16 de octubre 2023

La intervención de la Dra. Castillo sobre la alteración del Archivo, Imagen y Cuerpo, se inserta en su nuevo libro titulado, “Imagen stasis”. Coedición UFRO-Quilmes, 2023

Publicado el 13 de octubre 2023

Para Alejandra Castillo, profesora visitante del Doctorado en Comunicación UFRO-UACh, quien impartió un seminario -Corpo política- en Valdivia el año 2022, las imágenes son la condición necesaria de la ficción de la esfera pública global. Esta esfera delata un cambio del cuerpo de la política. La política siempre narra un cuerpo. Por narración entiende Alejandra una materialidad compleja que se va tensando en la interconexión de diversas zonas de circulación literaria, visual, económica y tecnológica. Cada una de estas zonas, y su interconexión, dan límite, contorno, y, por sobre todo, visibilidad a un orden político determinado. Esta ordenación lumínica —siempre es así con la política— otorga a su vez figuración al cuerpo de lo en común. Habría que advertir que este cuerpo de lo común es doble: es uno que se figura en las instituciones políticas y otro que se describe en el dispositivo de género. En lo que deja entrever esta condición doble, es posible indicar que el modo en que la política narra un cuerpo define los límites de lo posible en cuanto a las formas de gobierno (instituciones), así como también a las formas de asociación (afectos). Estas formas organizan la línea que traza la frontera entre lo público y lo privado y, por ello, aun cuando parezca extraño, el propio orden de figuración sexual. La política, en este sentido, hace “ver” un cuerpo.

La corpo política de las imágenes de plataforma presupone un cuerpo abierto, expuesto y perfectible que no conoce de límites salvo cuando alza murallas inmunitarias en miras de su seguridad. Un cuerpo que en su emergencia cambia el sentido de lo público, lo privado y lo íntimo y, por ello, altera la democracia y la justicia. Las imágenes digitales, las plataformas y las redes sociales son parte crucial de un nuevo orden visual que en su circulación define de otro modo la soberanía del cuerpo de la política: el adentro y afuera del cuerpo, de lo privado, de lo público. Que las imágenes sean la pieza fundamental de la emergencia del nuevo cuerpo de la política, no quiere decir que no sean materiales. Muy por el contrario, las imágenes mediadas en su circulación trastocan órdenes temporales, jerarquías de sucesión, lugares de proveniencia, promueven prácticas y, por ello, crean una realidad vivida. Tales ideas serán publicadas en un libro que responde a una coedición de la Universidad de la Frontera y la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina).

Comunidad del Doctorado UFRO-UACh participó en XIII Congreso Internacional Chileno de Semiótica

Publicado el 6 de octubre 2023

La actividad se realizó en la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), entre el 4 y el 6 de octubre del presente y fue organizada por esta institución junto a la Asociación Chilena de Semiótica.

En la oportunidad expusieron la estudiante del programa Alicia Rey y los profesores Jorge Araya, Rodrigo Moulian, Jaime Otazo, Pamela Romero, Alex Inzunza y Rodrigo Browne.

Al mismo tiempo, en la jornada se presentó el panel “Los afectos en los discursos de la oralidad primaria mapuche” a cargo de los profesores Héctor Painaqueo, Jorge Araya, Rodrigo Moulian y Jaime Otazo, quien ofició como moderador.

Comunicación política

Publicado el 6 de octubre 2023

En el marco de las relaciones litigantes entre comunicación y conflictos contemporáneos, hoy fue publicada una nota en El Mostrador sobre las relaciones de intersección, nexos o mediaciones, entre el movimiento estudiantil del 2011 y la Revuelta de Octubre (2019)

Republicanismo y enemización. ¿Hacia un Chile Jungla?

Publicado el 4 de octubre 2023

La siguiente nota fue publicada hoy en La Tercera y se ubica en las investigaciones del Dr. Carlos del Valle, “La Construcción mediática del enemigo. Cultura indígena y guerra informativa en Chile* (2021), como así mismo, en su edición francesa “L’Ennemi. Production, médiatisation et globalisation” (L’ Harmattan (2022). “El enemigo es todas estas cosas, es la comunicación llevada a su potencia beligerante, pero también es el trabajador precarizado, excluido de los sistemas de salud y de educación y condenado a la miseria del modelo de pensiones o jubilación. El enemigo es el marginal. El enemigo es una relación y una reacción que impide el reparto comunitario desde un apriorismo oposicional. Por fin, el comentario se ubica bajo el proyecto Fondecyt N.° 1220324, Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo-ANID, que lleva por nombre “El proyecto civilizatorio en la Industria cultural de América Latina. Fundamentos ideológicos, encuadres mediáticos y estrategias de enemización. Los casos de Chile, Argentina y Perú”.


Columna de Mauro Salazar y Carlos del Valle: Chile como jungla

Enrique Mac Iver declamó en El Ateneo de Chile su famoso discurso (agosto de 1900) sobre la crisis moral de la República. El abogado ha sido recordado por una frase para la posteridad, “parece que no podemos ser felices”, aludiendo a las heridas insondables, enquistadas en el alma del Centenario.

El Chile Actual será inventariado como un tiempo de infinitas querellas, pasiones tristes y una exacerbada circulación de “morales excluyentes” sobre los 50 años de la UP. Posiciones que han abusado de su propia legitimidad y agudizan las “metáforas de la bestia”, “del horror” y un clima vejatorio, cuyo goce sádico es grabar el presente con “retratos fascistas” y perversiones mediáticas, cincelando un “paisaje de la ruina”. El protagonismo de la enemización no ha cesado en su violencia institucional y encuentra su expresión en el campo de la vida cotidiana, que ha cedido a una cultura del “rechazo existencial”. Hoy, ante los frágiles lazos comunitarios, se abre un eslabón de criminalizaciones, racializaciones y exterminios de toda diferencia, agravando la escisión entre el campo social -autonomizado- y el polo institucional. En suma, la imposición del otrocidio ha sido colosal para el retorno del negacionismo.

A ello se suma el bullicio de las redes sociales y la demonología entre “fachos” y “comunistas”, octubristas o noviembristas, saturando el paisaje de identitarismos salvajes, muy similares a un epistemicidio. De este modo, los últimos estertores del republicanismo se han desplomado mediante “golpismos express”, posiciones identitarias, nacionalismos oligárquicos, izquierdismos emotivos, y una clase política sin pasiones ciudadanas. A la agonía de narrativas, se suma la ausencia de élites con retrato de futuro, develando un vacío de derechos sociales. Y así, se hace evidente una agotada “cultura de los acuerdos” que, al parecer, no tiene punto de restitución, cuestión que ocupa por la viabilidad del eje modernización-subjetividad, acelerando la devastación del campo político y abjurando de todo reparto comunitario. Nuestro escenario migra al interior de un nuevo reparto del clivaje democracia-autoritarismo.

Pese a un clima culturalmente regresivo, de un lado, tenemos el libro de Daniel Mansuy, Salvador Allende y la Unidad Popular (Taurus, 2023) que alcanza una notoria sobriedad argumental, más allá de las consabidas diferencias y, de otro, el texto de Rodrigo Karmy, El Porvenir se Hereda, Nuestra Confianza en Nosotros, (UFRO, 2023). Ambos trabajos han instalado posiciones penetrantes en el mundo trans-académico que, no sólo deben ser apreciados como una crítica atrincherada para el juego de bandos, sino como revaloración de nuestro pasado y presente. Si “lo político” es la posibilidad de disputar un espacio hegemónico-discursivo en la comunidad, nuestro presente se caracteriza por lazos fugaces que hacen imposible todo pacto social.

La ausencia de deliberación racional, y la mínima amistad cívica, es fundamental para reponer unos marcadores y avanzar en la construcción de un “nosotros” -estratégico-. Y ello sin renunciar al dinamismo que produce la energía crítica ante toda democracia anquilosada. En suma, si la democracia se mantiene ensimismada invariablemente en el formato liberal y desconoce la promesa igualitaria, como gesto de inclusión, se abre un “lugar vacío” que el populismo puede copar mediante discursos punitivos, securitarios o maximalistas, que hacen inviable la construcción de un espacio de interlocución pública. Con todo, la intervención populista, especie de republicanismo plebeyo, también puede invocar una dimensión creativa -que no excluye necesariamente “lo institucional”- merced al desencuentro entre las dos caras de la democracia. En suma, un exceso de pragmatismo (realismo) y una ausencia de dinamismo (cambios, innovaciones) nos lleva a interrogarnos si acaso el populismo es siempre un suplemento -una dimensión accidental y patológica- respecto del desencuentro de una democracia (sin política) o, bien, un rasgo estructural de la política contemporánea.

Lejos de cualquier “histeria” por los cambios dinámicos, la fragilidad de la “comunidad lingüística” -gramáticas del reconocimiento- recrudece la supremacía cognitiva y el autoritarismo ético en medio de arremetidas negacionistas. Estamos dentro de una panorama que presupone la división -preconstituida- de las argumentaciones sin que, siquiera, pueda circular el teatro de las representaciones. El desacuerdo encarnado hace de la comunidad un imposible. Lo común, dista de asumir al otro en tanto otro, como parte de lo comunitario. En suma, el enfrentamiento apunta a una destrucción de ese vínculo fundamental que requiere todo tejido vigoroso. La comunidad de los sujetos desvinculados podría terminar en la grieta “ontológica de la comunión”. Lo común como existencia y experiencia de ser en el mundo siendo con otros, es una forma de repensar nuestras fronteras de sentido. Hemos visto como en Argentina, en medio de cambios tectónicos, se desintegra el “cuerpo celeste” bajo el significante Milei. De momento, el enemigo es la diferencia. De momento se mantiene en vilo la silenciosa advertencia, “no podemos ser felices”.

Mauro Salazar J. y Carlos del Valle R., doctorado en Comunicación, Universidad de la Frontera.

Coloquio Internacional e Interregional de Ciencias Humanas y Sociales

Publicado el 2 de octubre 2023

El Programa de Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual que dirige el Dr. Mauro Basaure, es una iniciativa pluridisciplinar gestada por un grupo de investigadores de diversas disciplinas (Historia, Filosofía, Literatura, Psicología, Sociología) existentes en la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello. En el campo de la contemporaneidad dialogan Humanidades y Ciencias Sociales, en el ámbito de los estudios críticos. Este año el programa ha llevado a cabo un coloquio internacional e interregional de Ciencias Humanas y Sociales (CIHUSO) -Ex coloquio TECSA-, que cuenta con el apoyo del Doctorado en Comunicación de la Universidad de la Frontera y Universidad Austral de Chile -entre otras instituciones. La próxima exposición corresponde a la Doctora en Filosofía Chaxiraxi Escuela.

Con la presentación de su tesis titulada “Chile en los ojos haitianos: Análisis crítico de las representaciones sociales sobre Chile y los chilenos y chilenas en comunidades haitianas de la V región”, el estudiante José Miguel Burgos es el octavo graduado del Doctorado en Comunicación

Publicado el 2 de octubre 2023

Con la presentación de su tesis titulada: “Chile en los ojos haitianos: Análisis crítico de las representaciones sociales sobre Chile y los chilenos y chilenas en comunidades haitianas de la V región”, el estudiante José Miguel Burgos es el octavo graduado del Doctorado en Comunicación.

La tesis fue dirigida por la Dra. Sandra Riquelme y el Dr. Rodrigo Moulian.

El examen contó con más de 20 asistentes, incluyendo integrantes de las comunidades haitianas del país.